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Atrás Imanol Ansa: "año tras año he ido dando pequeños pasos para llegar a un gran objetivo, y por fin lo he conseguido"
05·10·2023
Imanol Ansa se caló la txapela del Campeonato Individual Eusko Label de Remonte el pasado 9 de septiembre tras vencer en la final a Aritz Juanenea por 30-17. Una gran hazaña la lograda por el urnietarra que ha escrito su nombre en el listado donde tan solo aparecen unos pocos elegidos. A pesar de llevar la txapela en la cabeza, Ansa mantiene los pies en el suelo y ha respondido a las preguntas con la humildad, la humanidad y la cercanía que le caracterizan.
Has ganado la txapela más preciada para un remontista.
Cuando empecé lo veía como un sueño o como algo que estaba muy lejos, pero año tras año he ido dando pequeños pasos para llegar a un gran objetivo, y al final lo he conseguido. Es algo que muy poca gente consigue y es un orgullo.
En febrero ganaste el Masters imponiéndote a Endika Barrenetxea y demostrando que eras capaz de ser el mejor, pero ahora ha llegado la confirmación.
El Masters me sirvió para que yo creyera que tenía ese nivel, pero no es lo mismo ganar el Masters que ganar el campeonato principal. La presión es mucho mayor y ese es el momento de verdad. Me faltaba mostrar mi nivel en el momento de verdad y lo he conseguido. Gané bien la final ante un rival que estaba muy en forma.
Llegaste con juego y fuerte mentalmente. El ámbito psicológico también juega un papel importante en el deporte de élite.
Tan importante como estar bien físicamente y de juego es estar preparado psicológicamente. Y aún más cuando compites de manera individual. En el deporte por equipos es más llevadero porque la responsabilidad se reparte, pero cuando juegas de manera individual toda la presión recae sobre ti, y es más difícil de gestionar. Yo quería ofrecerle a mi padre la txapela del manomanista y eso me perjudicaba por la presión que me ponía a mí mismo. A partir del año pasado me lo tomé con más calma. He pensado más en cuidarme y en entrenar bien que en el resultado final, y eso me ha ayudado a estar bien psicológicamente.
La lista de campeones no es muy larga, lo cual refleja de la dificultad de lo conseguido.
Eso es lo que me ha dado un poco de orgullo. Me he dado cuenta de que muchos de los grandes pelotaris que coincidieron conmigo en los primeros años no consiguieron llevarse la txapela del manomanista. Mirando la lista también se ve que algunos pelotaris han sido dominantes durante años. Ahora Urriza, antes Koteto Ezkurra... Estar ahí es impresionante.
Es la primera txapela individual que consigue un urnietarra en remonte.
El campeonato de parejas lo ganó Martin Mujika, en su honor se juega el festival cada año en las fiestas, pero soy el primero que consigue ganar el campeonato individual. Es un honor traer la txapela a Urnieta. En los últimos años están viniendo muchas y se está demostrando que hay un gran nivel deportivo en Urnieta. Entrar en esa lista es muy gratificante.
El camino para llegar hasta aquí ha sido largo y has tenido que trabajar mucho.
Cuando empiezas es difícil pensar en una cosa así, pero es muy importante la ilusión y la ambición que uno tiene. Yo tenía muy claro que quería ganar esa txapela sí o sí, y esa ambición me ha llevado hasta aquí. Suele haber grandes golpes en el camino porque es muy difícil, pero si quieres llegar he aprendido que hay que darlo todo teniéndolo como el objetivo principal de tu vida. He tenido que sacrificar muchas cosas, pero afortunadamente me ha llegado la recompensa.
En ese camino te has encontrado en varias ocasiones con Javier Urriza. ¿Eso te ha hecho mejor?
Haciendo una valoración general yo diría que me ha beneficiado. Es un pelotari que pone el listón muy alto y yo veía que para ganarle tenía que dar mi 100% o 120%. Sin embargo, en algunos momentos ha sido duro. Tras perder 4-5 finales consecutivas me pusieron fama de perdedor y recibir esa crítica externa fue duro para mí. Sin embargo, también hice una lectura positiva, ya que quitando a Urriza era capaz de ganar al resto. Así que yo no me sentía un perdedor. Veía que estaba haciendo las cosas muy bien pero que había un pelotari que en ese momento era mejor que yo.
La txapela tuvo una dedicatoria especial.
Desde que yo empecé a jugar a remonte hasta hoy la motivación que tenía esa txapela detrás era ofrecérsela a mi padre porque él me enseñó el deporte y él fue quien me animó. Siempre me transmitió mucha confianza y yo me sentía en deuda con él. La dedicatoria fue para él, pero también quiero dedicársela a mi madre y a mi hermano. Cuando perdimos a mi padre fue una situación muy dura que tuvimos que sacar adelante entre todos y especialmente mi madre trabajó mucho para sacar adelante a dos hijos jóvenes.
La final tuvo dos partes diferenciadas. Igualada la primera, fuisteis 14 a 12, pero luego dominaste por completo.
En los tantos iniciales había mucha tensión y el material era muy rápido. Fue una especie de supervivencia. Quise entrar en el peloteo para quitarme la tensión, pero luego, fui superior en lo físico y a raíz de eso tuve la oportunidad de hacer más daño con el apartado técnico, y acabé muy bien.
Imanol tiene la txapela en la cabeza pero los pies en el suelo como siempre.
No somos unas súper estrellas. Yo no soy más que nadie por haber ganado una txapela de remonte. Hay remontistas que tienen familia y vienen a entrenar desde lejos y me parece que ellos tienen más mérito que yo. Yo me siento afortunado porque tengo facilidades para entrenar. Yo quiero seguir siendo la persona que siempre he sido. El reconocimiento está bien, pero yo quiero seguir siendo Imanol.
¿Será esta la primera de muchas?
La verdad es que siempre me preguntaba qué iba a hacer una vez conseguida la txapela y el objetivo que me he puesto es ser cada vez mejor pelotari. También volver a ganar la txapela, pero sobre todo ir mejorando y ser cada vez un pelotari más completo. Logrando eso estaré cerca de ganar más txapelas.